jueves, 2 de agosto de 2007

Intervenciones y atropellos para callar su voz y la del país

Intervenciones y atropellos para callar su voz y la del país
- 7/31/2007 10:25:00 PM


SU APEGO A LA VERDAD SIEMPRE LE HA MOLESTADO A LOS POLÍTICOS NUESTROS

Los interventores, cumpliendo órdenes del expresidente Hipólito Mejía, le informaron a Don Ramón Báez Romano que su empresa estaba “confiscada” por el gobierno tanto administrativa como editorialmente, decisión que contravenía, incluso, las normas internacioanles de la libertad de expresión.


A través de su historia, LISTÍN DIARIO ha sufrido marcadas consecuencias por mantenerse firme al lado de los intereses de la sociedad dominicana y, principalmente, por su apego a la verdad.

Cierres, ocupaciones, intento de mordazas y muchas artimañas han contribuido de manera negativa a que por poco tiempo sus enemigos logren una victoria efímera.

La primera ocupación militar norteamericana del país generó un repudio de la mayor parte de los dominicanos.
LISTÍN DIARIO se convirtió en una trinchera de resistencia desde la cual se orientó a la opinión pública y en la que confluyeron destacadas plumas que expresaron su gallardía patriótica frente a la intervención extranjera, como los intelectuales Arturo Logroño y José Ramón López.

El 29 de noviembre de 1916 las autoridades ordenaron a los periodistas más connotados de la época presentarse a la oficina prebostal ubicada en la calle Arzobispo Meriño para escuchar la proclama que declaraba oficialmente la ocupación del territorio dominicano, orden que no obedecieron don Arturo Pellerano Alfau, a la sazón director del LISTÍN DIARIO, ni el poeta Fabio Fiallo Cabral.

Al día siguiente, la página editorial del LISTÍN salió en blanco, hecho que conmovió a la opinión nacional. En ese mismo día un pelotón de marinos norteamericanos penetró fuertemente armado a las oficinas del periódico arrestando a don Arturo Pellerano y a Fabio Fiallo, éste fue condenado injustamente por el tribunal militar a tres años de prisión y recluido en la Fortaleza Ozama.

Ambos fueron llevados ante el capitán K.S. Knapp quien les reclamó las razones de su inasistencia al acto de proclamación. La respuesta no pudo ser más contundente: “No habían estimado conveniente diferir a su convocatoria por estar seguros de antemano de que nada que en la inesperada reunión se tratase podía interesarles ni incumbirles”.

A partir de ahí el director del LISTÍN fue encarcelado varias veces producto de la represión contra su campaña nacionalista. LISTÍN DIARIO mantuvo en alto el ánimo de libertad que ardía en la sociedad dominicana y no cedió ante los ocho años de censura de la tropa invasora.

“Debemos apersonarnos en estos instantes de las muy graves circunstancias que ponen en inminente peligro de zozobra el Estado dominicano. Es ahora cuando las almas bien templadas, aquellas capaces de sacrificar el orgullo y desechar perniciosas arterias, deben consagrar todas sus fuerzas, todo su vigor e impedir que se derrumbe el edificio sagrado erigido a costa de sangre y de lágrimas por los patricios de ayer”, resalta el editorial del 2 de mayo de 1916, titulado AUN ES TIEMPO.

Trujillo

La época que más de una vez se describiera como la más nefasta de la historia dominicana y que habría de durar más de tres décadas, la dictadura de Trujillo, fue enfrentada, desde sus inicios, en el 1930, por el LISTÍN DIARIO.

En enero de ese año el LISTÍN DIARIO recogió varios artículos en apoyo a la reelección del gobierno de Horacio Vásquez y el 27 de febrero en su primera plana habla de que se debe evitar a toda costa la violencia a raíz de la Revolución del día 23.

En el mes de marzo este diario comenzó a sentir las presiones del régimen ya que informó no había podido salir porque un oficial de la Revolución había ocupado su taller.Bernardo Vega en su artículo “La actitud de la prensa ante el derrocamiento de Horacio Vásquez y la candidatura de Trujillo”, afirma que “ya a mediados de abril la libertad de prensa era bastante limitada, sobre todo porque solamente existía un solo periódico dispuesto a criticar a quienes habían tomado el poder: el LISTÍN DIARIO”.

El compendio “Los Cien Años del LISTÍN”, recoge este enfrentamiento en contra de la subida al poder de Trujillo por parte de este diario. En éste se lee que el LISTÍN DIARIO adoptó una actitud renuente ante la candidatura de Trujillo, su candidatura o sus mítines.Tampoco mencionó las elecciones en la cual fue electo ni su resultado.

“No es sino hasta el 17 de agosto, un día después de la toma de posesión, cuando su nombre aparece mencionado en ese periódico”. “El LISTÍN, asfixiado por la tiranía” es la frase con que este libro describe este período que inevitablemente terminó con la clausura del periódico el 15 de junio de 1942.

El embargo contra el LISTÍN

El 22 de mayo del 1973, el LISTÍN DIARIO se vio sorprendido por un embargo conservatorio, dispuesto a instancias de un ayudante civil del presidente de la Republica, con motivo de la demanda incoada contra la editora por alegada difamación.

La demanda que alcanzaba la suma de un millón y medio de pesos, y dispuestas por el juez presidente de la cuarta cámara de lo penal del juzgado de primera instancia del Distrito Nacional, Sigfrido Irizarry Ozuna, se fundamentó, según el impetrante, porque este fue lesionado con imputaciones difamatorias vertidas en el editorial del LISTÍN del 30 de marzo, en el cual se hace referencia a rumores públicos de amplia difusión que atribuyen a dicho funcionario “determinado tipo de actuaciones, entre las cuales se señalaba la acusación que le vinculaba la muerte del periodista Gregorio García Castro”.

La disposición fue ejecutada por el alguacil Buenaventura Hernández García, de la Corte de Apelación de Santo Domingo, quien tomó nota de los equipos y mobiliario de la empresa editora en compañía de varios testigos.

En el acto se requirió a un redactor del LISTÍN para que presentara “un depositario solvente encargado de la guarda de los bienes muebles embargados”. Dado que dicho redactor se rehusó, se designó al doctor Milton Bolívar Peña Medina, abogado, quien también estuvo presente durante el embargo conservatorio.

Entre el material embargado figuraban máquinas de escribir, equipos de composición electrónica, aparatos de aire acondicionado, rotativas offset, sillones y otros muebles y equipos.

El 24 de mayo, en horas de la mañana, el guardián del material embargado, Milton Bolívar Peña Medina, acompañado del juez de paz de la primera circunscripción, Napoleón Estévez Rivas, el alguacil Manuel Antonio Adames Cuello y Guerrero Pou, acudieron al local del LISTÍN a fin de efectuar un segundo embargo y proceder a retirar maquinarias de prensa y otros equipos de trabajo con la excusa de que el material embargado podía sufrir algún daño o ser mudado del edificio de la empresa. Con esa medida, se trato de impedir la publicación del periódico.

El director del LISTÍN, Rafael Herrera, calificó el intento de acción del guardián indicado como un acto de corrupción de la justicia dominicana.

Viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, el presidente Joaquín Balaguer suspendió en sus funciones al autor de la demanda contra el LISTÍN y dispuso una completa investigación de los funcionarios judiciales que intervinieron en el procedimiento de embargo contra el periódico. Tales medidas estuvieron contenidas en el decreto numero 3505 expedido el día anterior.

Hipólito Mejía

El uso del abuso de poder fue aprovechado el 15 de mayo de 2003, cuando LISTÍN DIARIO sufrió su última intervención en sus 114 años de historia en ese entonces, luego de que el gobierno del presidente Hipólito Mejía (2000-2004), a través del Banco Central, dispusiera la intervención judicial de este y otros medios vinculados al Banco Intercontinental (Baninter).

Con lágrimas en sus mejillas y llevando en sus manos la foto de su maestro, el director histórico de LISTÍN DIARIO, Rafael Herrera, Miguel Franjul, abandonó las instalaciones del rotativo junto al director del vespertino “Última Hora”, Osvaldo Santana; de “El Financiero”, Virgilio Alcántara, y Ruddy González, de “El Expreso”.

Tras la intervención, el diario estuvo bajo la dirección de Emilio Herasme Peña y, junto a él, en la administración, Juan Arturo Estévez. Esta decisión arbitraria fue condenada de inmediato por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que, como fiel guardián estuvo alerta de lo que acontecía, tras una carta enviada por Ramón Báez Romano a Andrés García Gamboa, presidente de la (SIP), en la que expresaba su temor sobre la gravísima situación que pesaba contra la independencia e integridad del periódico, además del apoyo de la población lectora que consideraba como un atropello la intervención en contra del periódico más antiguo del país.

Decididos a no quedarse de brazos cruzados, los abogados en representación de la Editora LISTÍN DIARIO, Marino Vinicio Castillo, Vinicio y Juárez Castillo Semán, además de Tony Delgado, anunciaron que a las diez de la mañana elevarían un recurso de amparo que buscaba, como objetivo principal, la devolución del diario a sus propietarios, y a la vez denunciaron que la razón principal de la intervención estaba conjugada con los planes reeleccionistas del gobierno de turno.

La primera victoria legal la obtuvieron el 29 de julio de 2003 cuando el juez de la Quinta Cámara Civil, Samuel Arias Arzeno, ordenó al procurador fiscal de entonces, Máximo Aristy Caraballo, la devolución del periódico a su presidente, Ramón Báez Romano, aunque tal sentencia no fue cumplida constituyendo una burla por parte de las autoridades.

El martes 5 de agosto, Báez Romano pidió la intervención de la SIP y envío una segunda misiva a Andrés García Gamboa, la cual tuvo como resultado la llegada al país de una misión de ese organismo que visitó a las autoridades tras la decisión negativa de entregar LISTÍN DIARIO.

El viernes 8 de agosto, el fiscal del Distrito Nacional, Máximo Aristy Caraballo, dejó esperando a Ramón Báez Romano, Miguel Franjul y Ruddy González quienes tenían previsto recibir el diario ese día.

El 5 de septiembre de 2003, el juez Robert Placensia, presidente de la Cámara Civil y Comercial del Tribunal de Primaria Instancia, planteó por sentencia la retención del matutino, bajo el alegato de que el fiscal del Distrito Nacional, Máximo Aristy Caraballo, se encontraba en una situación de imposibilidad absoluta de entregar el medio de comunicación.

Luego de una larga batalla, el 8 de septiembre del 2004, al inicio del nuevo gobierno de Leonel Fernández Reyna, la Fiscalía del Distrito Nacional y la Oficina de Custodia de Bienes Incautados devolvieron la Editora Listín Diario a su presidente, Ramón Báez Romano, cumpliendo así la sentencia que ordenó la inmediata entrega.

El día de la entrega, hecha por José Manuel Hernández Peguero, nuevo fiscal del Distrito, don Ramón Báez Romano reintegró a Miguel Franjul como Director General, y confirmó a Osvaldo Santana como Director Ejecutivo.

En agradecimiento, Báez Romano expresó su alegría con la devolución del periódico definiéndolo como un hecho inolvidable en la historia dominicana.

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